Si estás buscando alquilar una vivienda, ten en cuenta estos consejos para que no te dejes ningún documento.
Requisitos (como inquilino) para alquilar una vivienda
Al momento de hacer los trámites, el propietario o inmobiliaria te exigirá una serie de documentos (esto puede variar de ciudad en ciudad):
- DNI o pasaporte vigente de los solicitantes.
- Solvencia bancaria o en su defecto, aval bancario o personal.
- Últimas 3 nóminas (dependerá de la negociación). Lo ideal es que demuestres que el pago del alquiler no supera el 30% de tu (o el de los interesados) salario mensual neto.
- Pago de fianza. Según el artículo 36 de la LAU, se trata de una garantía en metálico que no debe superar el equivalente de tres meses de renta. Al término de la relación esta cantidad debe devolverse íntegramente si el piso se encuentra en perfecto estado.
Seguro que te será de gran utilidad tener una carta de recomendación del antiguo casero.
¿En qué fijarse dentro del contrato de arrendamiento?
En cualquier trámite de alquiler debe existir un documento por escrito. Nunca te fíes en un acuerdo de palabras. Lo ideal que ambas partes se vean beneficiadas con la relación. Entre los datos que deben aparecer en este documento, se encuentran:
- Nombre completo y DNI.
- Estancia del inquilino en la vivienda (puede ser un máximo de 3 años, según la nueva normativa).
- Cantidad exacta de renta mensual del alquiler.
- Quién debe pagar los gastos de la comunidad, reformas y averías.
Asegúrate de leer muy bien y con detenimiento cada parte del contrato para que no te topes con una cláusula que no sea de tu entero conocimiento. Por eso siempre debes solicitar que te lo envíen a tu correo electrónico un par de días antes de firmar. Verifica que todos tus datos estén correctos y que esté claramente estipulado el tiempo de duración del arrendamiento, el precio neto…
Y por último, cerciórate de que nada se pueda prestar a dobles interpretaciones.